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Los senderos de la lucha colombiana

Publicado en Temple, n° 1 de la nueva época

Diego Ríos
Militante de la Juventud Comunista de Bolivia

Los paros nacionales en Colombia iniciaron a finales del año 2019, en respuesta a las condiciones determinadas por la crisis capitalista, agravada posteriormente no solo por la pandemia sanitaria sino también por las políticas antipopulares del gobierno de Iván Duque que recrudecen las condiciones de vida de los trabajadores, como la reciente propuesta de reforma tributaria cuyo fin es acrecentar la fortuna de la oligarquía colombiana y continuar financiando la guerra contra el pueblo y los préstamos del imperialismo norteamericano, el FMI y el Banco Mundial, necesarios para llevarla adelante.

De hecho, en los últimos años, no solo aumentaron los índices de pobreza en Colombia, sino también los de desigualdad y desempleo. Mientras la clase trabajadora de la ciudad y el campo vive en la miseria, la clase dominante continúa enriqueciéndose, en parte a través de la intensificación de la explotación de los trabajadores, en parte a través de actividades ilegales como la corrupción y el narcotráfico, cuyos vínculos con el gobierno han sido ampliamente difundidos y demostrados.

Adicionalmente, los acuerdos de paz firmados el 2016, con la esperanza de establecer un terreno que permita el desenvolvimiento democrático (aunque burgués) de las fuerzas políticas representativas de los sectores oprimidos de la población, fueron aniquilados por la oligarquía colombiana gobernante, enquistada en el poder desde hace muchas décadas, traicionando así las esperanzas de paz del pueblo y el compromiso de los combatientes desmovilizados.

No es la primera vez que algo así sucede. Quienes detentan el poder económico habían ya arremetido contra la paz (genocidio de la Unión Patriótica, asesinatos de Manuel Cepeda, Jaime Pardo, Jaime Garzón, Bernardo Jaramillo, José Antequera, ruptura unilateral de los diálogos de paz por parte del gobierno de Pastrana en 2002, Plan Retorno, Plan Colombia, etc.).

En estas circunstancias adversas, el pueblo colombiano decide salir a las calles el 28 de abril, debiéndose enfrentar a la violencia estatal que hace décadas ha caracterizado la respuesta del gobierno colombiano al descontento social causado por la miseria y la injusticia. A esto se suma el paramilitarismo que funge de complemento a la represión policial-militar, organizado y financiado por el Estado y por los grupos de poder anidados en él. Al día de hoy más de mil personas han sido asesinadas en 3 años del gobierno de Duque, entre obreros, campesinos, indígenas, estudiantes y exguerrilleros firmantes del proceso de paz. En la primera semana de protesta al menos 25 personas habían sido asesinadas, incluidos menores de edad. Al día de hoy, esas cifras son muchísimo mayores.

La clase dominante, a través de sus órganos represivos, pretende infundir miedo a los trabajadores que se encuentran luchando en las calles, para así poder continuar enriqueciéndose a costa de ellos, quitándoles derechos laborales, reduciendo salarios, incrementando los impuestos. Pero la respuesta del pueblo no es el miedo, es la lucha.

A continuación reproducimos una pequeña entrevista realizada a nuestros camaradas de la Juventud Rebelde de Colombia, a quienes agradecemos el tiempo y la dedicación que empeñaron para ilustrar con gran detalle la situación en su país.

¿Cuáles consideran que sean las principales razones (sociales/económicas/políticas) que han dado inicio a las manifestaciones en Colombia?

Hay factores de largo plazo que configuran el fondo de la disputa política en el país: el modelo económico extractivista y financiarizado viene en crisis desde hace años; el ordenamiento institucional, el régimen de dominación de clase, también refleja su descomposición. Es un orden institucional que está en un punto crítico y empieza a fracturar el consenso de las elites del país. Ambos aspectos se ven acentuados por los impactos políticos y culturales del acuerdo de paz de la Habana.

El acuerdo de Paz permitió evidenciar que el problema del país no era la confrontación armada ni la insurgencia. Al contrario, desnudó esa crisis institucional y económica, al punto que ni los grandes medios de comunicación han podido ocultarla. Pero el Acuerdo también decantó un mapa politico de respuestas a esa crisis: una respuesta conservadora de los terratenientes, una “modernizante” de la burguesía vinculada al sector financiero; ambas propuestas coinciden en que los sectores populares, trabajadores paguen la crisis, así como legitimar el régimen político vigente. Una tercera alternativa, aún en proceso, es la del campo popular: que la crisis la pague el bloque en el poder que fue quién la generó.

Ese es el transfondo de la situación. Allí emerge el Paro Nacional de 2019, muy potente y con un horizonte de reivindicaciones que beneficien las condiciones de vida del campesinado, comunidades indígenas y trabajadores urbanos. A ese paro se

respondió con intensa represión, al punto que la denuncia por la brutalidad policial y el terrorismo de Estado se convirtió rápidamente en una bandera central del movimiento popular.

Esa represión a la movilización se acompaña de una política no oficial de Estado: el paramilitarismo que coincide con las políticas económicas del Estado, logrando mediante la violencia y el asesinato mantener favorable la correlación de fuerzas a favor del bloque de poder.

La Pandemia acentuó esa crisis. Salvo el sector financiero que logró enormes ganancias durante la pandemia, el resto de los sectores productivos se vieron afectados. De nuevo la intención fue que los trabajadores y sectores populares paguemos la crisis con decretos y reformas en lo laboral, tributario, pensional, seguridad social. Eso sumado a una gestión militar de la pandemia (toques de queda, patrullajes militares para garantizar la cuarentena e incluso represión estatal) acumularon la justa rabia que el pueblo colombiano expresa ahora en las calles.

En ese contexto, ¿cuál es la situación actual de los jóvenes trabajadores y estudiantes? ¿Cuál es el rol que cumplen en la lucha y cuáles sus perspectivas?

La situación juvenil en el país es aún más difícil. Las tasas de desempleo casi duplican el promedio nacional y casi un 40% de jóvenes que trabajan lo hacen en la informalidad. Eso significa que la mayoría de las y los jóvenes de Colombia no tenemos acceso a salud, perspectiva de pensión en la vejez, ni ningún tipo de seguridad social. En lo educativo, la Pandemia acentuó la deserción estudiantil que en algunas universidades alcanza el 40% de la matrícula.

Acá decimos que somos una generación de no futuro. No tenemos, literalmente, nada que perder; nos han quitado absolutamente todo. Si a eso se suma que en los dos últimos años se han presentado masacres dirigidas hacia jóvenes en varias partes del país y una histórica represión policial y persecución hacia las prácticas juveniles (el bloque de poder en Colombia es profundamente conservador), tenemos una situación de precariedad económica, represión y persecución política, sexual, de género, exclusión del sistema educativo y desfinanciación de la educación pública.

Nuestro rol como jóvenes ha sido protagónico. Sin negar importantes ejercicios de movilización campesina, indígena y afrocolombiana en territorios rurales, el sujeto urbano en movilización es juvenil y sin duda el movimiento antipatriarcal o de género. Pero en el caso de lo juvenil tenemos una dispersión y fragmentación muy fuerte.

De allí que nuestra expectativa inmediata sea agrupar al movimiento juvenil que está en las barricadas; tejer las banderas de lucha que nos unifiquen y constituir el actor colectivo que nos represente. Ese ha sido un ejercicio difícil, pues la dispersión es reflejo de proyectos políticos diversos, a veces contrarios, e incluso planteamientos anti-organización.

Pero como todo movimiento, esto también es una invaluable escuela de formación política que empieza a hacer evidente que debemos articularnos como sujeto juvenil a nivel nacional.

¿Qué planteamiento propone la Juventud Rebelde para salir de esta situación? ¿Hacia dónde debe ir el Paro Nacional y cómo plantean la construcción de una Unidad de los sectores populares y una propuesta para hacer frente a una oligarquía paramilitarista que se encuentra en el gobierno desde hace tantos años?

Ante la situación la tarea inmediata de la JR es contribuir a la articulación del movimiento juvenil y en segundo término del campo popular. En esa articulación radica la posibilidad de hacer síntesis del momento político, la capacidad de lucha y dar un salto cualitativo en organización popular. Sin negar la importancia de la elaboración programática, nos parece que esta depende del grado de organización popular para que sea representativa y tenga vocación de victoria.

De facto el paro ha entrado en una etapa de reorganización. Las dinámicas de movilización han venido disminuyendo y en su lugar emergen asambleas populares, espacios de formación, reunión y articulación. El reto consiste en lograr tejer amplia unidad del campo juvenil y del campo popular hacia un solo espacio de articulación que potencie la beligerancia popular.

Nos parece esa es la clave. La agudización de la crisis pone de presente que esta es una etapa de lucha política de mediano y largo plazo. El Gobierno ha cruzado una línea hacia la abierta represión estatal, una guerra irregular contra la movilización y de facto la subordinación de la autoridad civil a las autoridades militares. No es menor la realidad actual del país. Ante ella requerimos intensificar la denuncia internacional por el grado de crueldad del Estado hacia la movilización.

Este es un momento coyuntural con alcances estratégicos. Es un pulso político que anuda procesos políticos de al menos una década; la respuesta es de largo plazo, de allí que la organización sea prioridad; organización en clave, al menos, anticapitalista que acumule organizativamente, y desprenda victorias parciales en una batalla que sin duda abre dos opciones: la restauración conservadora y fascista o la apertura democrática hacia las transformaciones que demandamos como pueblo y juventud. Como bien lo saben en Bolivia, acá tenemos el reto de dar el paso de un paro destituyente a un movimiento constituyente hacia una nueva Colombia.

América Latina en la Internacional Comunista, 1919 – 1943. Diccionario Biográfico

Dejamos este interesante documento sobre el papel jugado por los comunistas latinoamericanos en la Internacional Comunista.

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America Latina en la Internacional Comunista

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PAZ EN COLOMBIA: Acuerdo sobre Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de Armas, Garantías de Seguridad y Refrendación

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Las delegaciones del Gobierno Nacional y las FARC-EP queremos anunciar que hemos llegado a acuerdos en los siguientes puntos:

1. Acuerdo sobre “Cese al fuego y de hostilidades bilateral y Definitivo y Dejación de Armas”

2. Acuerdo sobre “Garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz.”

3. Acuerdo sobre “Refrendación”

I. Acuerdo sobre Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de las Armas

1.  Compromisos

El Gobierno Nacional y las FARC-EP expresan su compromiso de contribuir al surgimiento de una nueva cultura que proscriba la utilización de las armas en el ejercicio de la política y de trabajar conjuntamente por lograr un consenso nacional en el que todos los sectores políticos, económicos y sociales, nos comprometamos con un ejercicio de la política en el que primen los valores de la democracia, el libre juego de las ideas y el debate civilizado; en el que no haya espacio para la intolerancia y la persecución por razones políticas. Dicho compromiso hace parte de las garantías de no repetición de los hechos que contribuyeron al enfrentamiento armado entre los colombianos por razones políticas.

Por último, el Gobierno Nacional y las FARC-EP se comprometen con el cumplimiento de lo aquí acordado en materia de Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de las armas, para lo cual elaborarán una hoja de ruta que contenga los compromisos mutuos para que a más tardar a los 180 días luego de la firma del Acuerdo Final haya terminado el proceso de dejación de armas.

2. Objetivo

El presente Acuerdo sobre Cese al Fuego y Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de las Armas tiene como objetivo la terminación definitiva de las acciones ofensivas entre la Fuerza Pública y las FARC-EP, y en general de las hostilidades y cualquier acción prevista en las Reglas que Rigen el CFHBD, incluyendo la afectación a la población, y de esa manera crear las condiciones para el inicio de la implementación del Acuerdo Final y la Dejación de las armas y preparar la institucionalidad y al país para la Reincorporación de las FARC-EP a la vida civil.

3. Monitoreo y Verificación

Acordamos crear un Mecanismo de Monitoreo y Verificación que será un mecanismo tripartito, integrado por representantes del Gobierno Nacional (Fuerza Pública), de las FARC-EP, y un Componente Internacional consistente en una misión política con observadores no armados de la ONU integrada principalmente por observadores de países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

El Componente Internacional preside en todas las instancias el Mecanismo de Monitoreo y Verificación y está encargado de dirimir controversias, presentar recomendaciones y generar reportes.

Respecto a la Dejación de las Armas el Componente Internacional la verifica en los términos y con las debidas garantías establecidas en los protocolos del Acuerdo.

4.  Adaptación de los dispositivos en el terreno 

A partir del día D+1 la Fuerza Pública reorganizará el dispositivo de las tropas para facilitar el desplazamiento de las estructuras de las FARC-EP a dichas Zonas y para el cumplimiento del Acuerdo sobre el Cese al fuego y Dejación de las Armas.

Por su parte a partir del día D+5, las distintas misiones, comisiones y Unidades Tácticas de Combate (UTC) de los frentes de las FARC-EP se desplazarán hacia dichas Zonas previamente acordadas, siguiendo las rutas de desplazamiento establecidas de común acuerdo entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP.

5. Zonas Veredales Transitorias de Normalización (en adelante “Zonas”). 

El Gobierno Nacional y las FARC-EP acordamos establecer 23 Zonas Veredales Transitorias de Normalización y 8 Campamentos.

Las Zonas Veredales Transitorias de Normalización tienen como objetivo garantizar el Cese al Fuego y Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las Armas e iniciar el proceso de preparación para la Reincorporación a la vida civil de las estructuras de las FARC-EP en lo económico, lo político y lo social de acuerdo con sus intereses.

Estas Zonas son territoriales, temporales y transitorias. Cada Zona contará con Equipos de Monitoreo Local. Tendrán facilidades de acceso por vía carreteable o fluvial; sus límites corresponden a los de la vereda donde se ubican; pudiendo ser ampliados o reducidos por mutuo acuerdo dependiendo del tamaño de la vereda, tendrán una extensión razonable que permite el monitoreo y verificación y el cumplimiento de los objetivos de las Zonas, fijando como referente accidentes geográficos o características del terreno.

La salida de combatientes de las FARC-EP de los campamentos se hará sin armas y de civil.

El Gobierno Nacional y las FARC-EP se comprometen a que la implementación de este Acuerdo se realice sin ninguna limitación en el normal funcionamiento de las autoridades civiles no armadas, en el desenvolvimiento de la actividad económica, política y social de las regiones, en la vida de las comunidades, en el ejercicio de sus derechos; así como en los de las organizaciones comunales, sociales y políticas que tengan presencia en los territorios.

Las autoridades civiles (no armadas) que tengan presencia en las Zonas permanecen y continuarán ejerciendo sus funciones en las mismas, sin perjuicio de lo acordado en el Cese al Fuego y Hostilidades Bilateral y Definitivo. Las Zonas no pueden ser utilizadas para manifestaciones de carácter político.

Los (as) integrantes de las FARC-EP que en virtud de la ley de amnistía hayan sido beneficiados con la excarcelación, y así lo deseen, se integran a dichas zonas para seguir el proceso de reincorporación a la vida civil. Para este fin, dentro de las Zonas se organizan sitios de estadía por fuera de los campamentos.

Durante la vigencia del Acuerdo sobre CFHBD y DA; las FARC-EP designa un grupo de 60 de sus integrantes (hombres y mujeres) que pueden movilizarse a nivel nacional en cumplimiento de tareas relacionadas con el Acuerdo de Paz.

Así mismo, por cada Zona, las FARC-EP, designa un grupo de 10 de sus integrantes que puede movilizarse a nivel municipal y departamental en cumplimiento de tareas relacionadas con el Acuerdo de Paz. Para estos desplazamientos los integrantes de las FARC-EP cuentan con las medidas de seguridad acordadas con el Gobierno Nacional.

En los campamentos no habrá ni podrá ingresar población civil en ningún momento.

Durante la vigencia de las zonas se suspenderá el porte y la tenencia de armas para la población civil dentro de dichas Zonas.

En caso de presentarse dentro de una Zona algún hecho o circunstancia que requiera la presencia de la Policía Nacional o cualquier otra autoridad armada del Estado se hace informando al Mecanismo de Monitoreo y Verificación, para que coordine el ingreso de acuerdo con los protocolos acordados por el Gobierno Nacional y las FARC-EP.

La ubicación de los campamentos dentro de las Zonas se hará de forma que el Mecanismo de Monitoreo y Verificación pueda ejercer su función.

En desarrollo del proceso de preparación para la reincorporación a la vida civil de sus combatientes, las FARC-EP en coordinación con el Gobierno Nacional, podrán realizar dentro de las Zonas todo tipo de capacitación de los integrantes de las FARC-EP en labores productivas, de nivelación en educación básica primaria, secundaria o técnica, de acuerdo con sus propios intereses, jornadas de cedulación y demás actividades de preparación para la reincorporación y otras actividades necesarias para facilitar el tránsito a la legalidad de las FARC-EP.

6.  Zona de Seguridad 

Alrededor de cada Zona se establece una Zona de Seguridad donde no podrá haber unidades de la Fuerza Pública, ni efectivos de las FARC-EP con excepción de los equipos de monitoreo y verificación acompañados de seguridad policial cuando las circunstancias así lo requieran. El ancho de la Zona de Seguridad será de 1 kilómetro alrededor de cada Zona.

7. Seguridad 

El Gobierno Nacional y las FARC-EP definirán conjuntamente unos protocolos de seguridad, que permitirán, de manera integral, minimizar las potenciales amenazas que pueden afectar o vulnerar las personas y bienes comprometidos en el Cese al Fuego y Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las Armas.

Las condiciones de seguridad implementadas garantizarán la protección de los integrantes del equipo de monitoreo y verificación, los miembros de las FARC-EP, los delegados del Gobierno Nacional, la Fuerza Pública y demás intervinientes en el proceso. Así como, la coordinación de los movimientos y los dispositivos en el terreno.

El Gobierno Nacional a través de la Fuerza Pública continuará garantizando las condiciones de convivencia y seguridad de la población civil durante este proceso.

8. Dejación de las Armas (DA).

Consiste en un procedimiento técnico, trazable y verificable mediante el cual la ONU recibe la totalidad del armamento de las FARC-EP para destinarlo a la construcción de 3 monumentos, acordados entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP.

La Dejación de las Armas por parte de las FARC-EP se desarrollará en dos tiempos, denominados Control de Armamento y Dejación de las armas, que integran los siguientes procedimientos técnicos: registro, identificación, monitoreo y verificación de la tenencia, recolección, almacenamiento, extracción y disposición final.

9. Procedimiento

Con la Firma del Acuerdo Final inicia el proceso de Dejación de las Armas de las FARC-EP, que incluirá el transporte del armamento a las zonas, la destrucción del armamento inestable, y la recolección y almacenamiento en contenedores del armamento individual de manera secuencial y en tres fases así: 1 Fase: D+90, el 30%; 2 Fase: D+120, el 30%; y 3 Fase: D+150, 40% restante, según la hoja de ruta (cronograma de eventos) acordada por el Gobierno Nacional y las FARC-EP que guía el proceso del Fin del Conflicto luego de la firma del Acuerdo Final.

Las FARC-EP contribuirá por diferentes medios, incluyendo el suministro de información, con la limpieza y descontaminación de los territorios afectados por minas antipersonal (MAP), artefactos explosivos improvisados (AEI), y municiones sin explotar (MUSE) o restos explosivos de guerra (REG) en general, teniendo en cuenta lo acordado en los puntos 4 y 5 y lo que se acuerde en el punto de Reincorporación a la vida civil en cuanto a la participación de las FARC-EP en la acción contra minas.

Para garantizar el control efectivo del armamento en cada Zona se determinará un solo punto de almacenamiento, dentro de uno de los campamentos, en donde estarán ubicados los contenedores bajo el monitoreo y verificación permanente del Componente Internacional del Mecanismo de Monitoreo y Verificación, de acuerdo con los protocolos concertados entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP.

Recibido el armamento el día D+150, a más tardar el día D+180 finalizará el proceso de extracción de las armas por parte de Naciones Unidas, conforme a los procedimientos acordados para esta materia y certificará el cumplimiento de este proceso procediendo a comunicarlo al Gobierno Nacional y a la opinión pública.

El día D+180 se da por terminado el funcionamiento de estas Zonas y el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo.

El Mecanismo de Monitoreo y Verificación certificará y comunicará cada una de las fases del procedimiento de dejación de armas antes descrito.

Por último, sobre la base del acuerdo que hemos anunciado el día de hoy y en el marco de la Resolución 2261, el Gobierno Nacional y las FARC-EP solicitamos al Secretario General de las Naciones Unidas que se pongan en marcha todos los preparativos necesarios para el despliegue de la Misión Política Especial, de manera que se pueda avanzar en la implementación del presente acuerdo.

II. Acuerdo sobre “Garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores/as de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz” 

Este acuerdo está dirigido a brindar protección y seguridad a todos los habitantes del territorio nacional; medidas de protección a las colectividades, los movimientos y organizaciones sociales y de derechos humanos en los territorios; garantías para el ejercicio de la política a los movimientos y partidos políticos, especialmente a los que ejerzan oposición, al movimiento político que surja del tránsito de las FARC-EP a la actividad política legal y a los integrantes de las FARC-EP en proceso de reincorporación a la vida civil.

Adicionalmente contempla la implementación de las medidas necesarias para intensificar con efectividad y de forma integral las acciones contra las organizaciones y conductas criminales objeto de este acuerdo que amenacen la construcción de la paz. El acuerdo incluye igualmente medidas para el esclarecimiento del fenómeno del paramilitarismo en complemento a lo ya acordado en el punto 5.

El acuerdo de garantías de seguridad, se basa en los siguientes principios:

1.       Respeto, garantía, protección y promoción de los derechos humanos.

2.       Asegurar el monopolio legítimo de la fuerza y del uso de las armas por parte del Estado en todo el territorio

3.       Fortalecimiento de la administración de justicia

4.       Asegurar el monopolio de los tributos por la Hacienda Pública

5.       Enfoque territorial y diferencial

6.       Enfoque de género

7.       Coordinación y corresponsabilidad institucional

8.       Participación ciudadana

9.       Rendición de cuentas

10.   Garantías de No Repetición

Para cumplir con estos propósitos, el Gobierno Nacional y las FARC-EP, se comprometen a:

·         El Gobierno Nacional garantizará la implementación de las medidas necesarias para intensificar con efectividad las acciones contra las organizaciones y conductas criminales objeto de este acuerdo que amenacen la construcción de la paz. Además asegurará la protección de las comunidades en los territorios, que se rompa cualquier tipo de nexo entre política y uso de las armas, y que se acaten los principios que rigen toda sociedad democrática.

·         Las FARC-EP por su parte asumen el compromiso de contribuir de manera efectiva a la construcción y consolidación de la paz, en todo lo que resulte dentro de sus capacidades, a promover los contenidos de los acuerdos y al respeto de los derechos fundamentales.

Las medidas de seguridad y protección que define el acuerdo se han construido sobre cinco pilares fundamentales con un enfoque dimensional:

1.       Un Pacto Político Nacional y desde las regiones con los partidos y movimientos políticos, los gremios, la sociedad organizada y en general las fuerzas vivas de la nación para que nunca más se utilicen las armas en la política ni se promuevan organizaciones violentas como el paramilitarismo. Este pacto buscará la reconciliación nacional y la convivencia pacífica.

2.       Una Comisión Nacional de Garantías de Seguridad que será presidida por el Presidente de la República y tendrá como objeto el diseño y el seguimiento a la política pública y criminal en materia de desmantelamiento de cualquier organización o conducta de que trata este acuerdo. La Comisión también armonizará dichas políticas para garantizar su ejecución.

3.       Una Unidad Especial de Investigación dentro de la Fiscalía General de la Nación para el desmantelamiento de las organizaciones criminales y sus redes de apoyo, que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo de conformidad con lo establecido en el numeral 74 del acuerdo sobre la Jurisdicción Especial para la Paz. Esta Unidad contará con una unidad especial de policía judicial con expertos en distintas materias.

4.       En desarrollo de lo acordado en el punto 2 “Participación Política”, la creación del Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Política que desarrollará un modelo de garantías de derechos ciudadanos y protección para los movimientos y partidos políticos, incluyendo el movimiento o partido político que surja del tránsito de las FARC-EP a la vida civil, organizaciones sociales, de derechos humanos y las comunidades en los territorios. El Sistema incluye la creación en la Unidad Nacional de Protección de un cuerpo mixto de protección para los integrantes de las FARC-EP en proceso de reincorporación a la vida civil.

5.       Un Programa Integral de Seguridad y Protección para las comunidades y organizaciones en los territorios que tendrá como propósito la definición y adopción de medidas de protección integral para las organizaciones, grupos y comunidades en los territorios.

El acuerdo incluye adicionalmente las siguientes medidas complementarias:

·         El diseño y puesta en marcha de una política de sometimiento a la justicia para las organizaciones objeto de este acuerdo.

·         La activación de un cuerpo élite de la Policía Nacional como instrumento para desarticular las organizaciones criminales objeto del acuerdo.

·         Instrumento de prevención y monitoreo de las organizaciones criminales: es un sistema de anticipación y prevención para la reacción rápida, que está orientado a garantizar una mejor identificación de las amenazas en los territorios y una acción con mayor impacto de la Fuerza Pública para contener esas amenazas.

·         Medidas de prevención y lucha contra la corrupción: dirigidas a fortalecer la transparencia institucional.

III. Acuerdo sobre “REFRENDACIÓN”

El gobierno de Colombia y las FARC-EP, para zanjar las diferencias surgidas hasta la fecha sobre el tema aludido, en el día de hoy, en desarrollo de la agenda del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto, hemos convenido acoger como fórmula de convergencia la decisión que profiera la Corte Constitucional sobre los alcances del Proyecto de Ley Estatutaria No. 156 de 2015 Cámara, 94 de 2015 Senado, en el espíritu hasta ahora anunciado y en esa medida aceptamos el mecanismo de participación popular que la Corte indique y en los términos que ese alto tribunal señale.

Violencia sexual a las mujeres en dictadura

Además de ser víctimas de los métodos de tortura efectuadIN_20041129_23194_S2os contra todos quienes pasaron por los múltiples centros de exterminio de la dictadura, más de tres mil mujeres sufrieron violencia sexual por parte de agentes del Estado. Pese a ello, hasta el momento solo se han presentado cinco querellas criminales y los torturadores siguen refugiándose en los pactos de silencio y la impunidad. Tanto las víctimas como las organizaciones de derechos humanos apuntan a la necesidad de visibilizar este delito, ante el peligro de que se naturalice y se repita.
Lelia Pérez tenía 16 años cuando fue detenida por Carabineros y llevada junto a otra decena de estudiantes secundarios al Estadio Chile. Era el 12 de septiembre de 1973 y durante los siguientes días sería víctima de múltiples torturas, entre ellas, su primera agresión de carácter sexual.
“De las mujeres que fuimos llevadas al sector de los camarines, yo creo que todas fuimos sometidas a violencia sexual”, recuerda Lelia, haciendo una pequeña pausa. Su paso por el Estadio Chile fue breve, pero significativo. “Cronológicamente es muy poco tiempo, pero yo siento que entré ahí de 16 y salí de 70”, comenta.
El informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura dedica una sección especial a la violencia sexual ejercida contra las mujeres en dictadura, “tomando en consideración las características de esa violencia, además de su significación moral y cultural en la sociedad chilena”.
De las 3.400 mujeres que declararon en la Comisión, la gran mayoría admitió haber sido víctima de algún tipo de violencia sexual. Si bien 316 dijeron haber sido violadas, se estima que esa cantidad es mucho mayor, ya que “la violación sexual es para muchas mujeres un hecho del cual les cuesta hablar y muchas veces prefieren no hacerlo”, consigna el informe.
Aborto a golpes
Proveniente de una familia de fuerte formación política, Lelia Pérez militaba en el MIR desde los 13 años. Allí, participó de campañas de alfabetización y apoyó el trabajo de los obreros en las fábricas, nutriéndose de experiencias. Su paso por el Estadio Chile no amedrentó esta sed política: volvió a clases en el liceo Darío Salas y retomó su militancia, participando de actos de recuperación en las poblaciones sin dejar de preocuparse por sus compañeros que, poco a poco, comenzaban a desaparecer.
En octubre de 1975, casada y con siete semanas de embarazo, fue detenida por segunda vez y trasladada a Villa Grimaldi, donde permanecería durante tres meses. Allí, los episodios de tortura aumentarían su intensidad, así también las agresiones sexuales que le costarían, incluso, la pérdida del hijo que esperaba, debido a los golpes indiscriminados de los verdugos de la DINA.
“Durante mucho tiempo yo lo situé como, bueno, una tortura más. Pero la agresión sexual no es una tortura más. Porque… cómo te marca, el resto de tu vida, el resto de tus relaciones, el resto de tu sexualidad, de tu afectividad… Y desde dónde se hace. No se hace desde simplemente la búsqueda de la información, se hace desde otra parte, otra tribuna, que es el tema del machismo, del ejercicio del poder sobre la mujer. Ahí no les importó si yo era marxista o no”, expresa Lelia, con una fortaleza que solo refleja su condición de sobreviviente.
Como ella, 229 mujeres que declararon ante la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura fueron detenidas estando embarazadas. 11 de ellas dijeron haber sido violadas y, debido a las torturas, 20 sufrieron un aborto.
El rol de la mujer
Por violación de los torturadores quedé embarazada y aborté en la cárcel. Sufrí shocks eléctricos, colgamientos, “pau-arara”, “submarinos”, simulacro de fusilamiento, quemadura con cigarros. Me obligaron a tomar drogas, sufrí violación y acoso sexual con perros, la introducción de ratas vivas por la vagina y todo el cuerpo. Me obligaron a tener relaciones sexuales con mi padre y hermano que estaban detenidos. También a ver y escuchar las torturas de mi hermano y padre. Me hicieron “el teléfono”, me pusieron en la parrilla, me hicieron cortes con yatagán en mi estómago. Tenía 25 años. Estuve detenida hasta 1976. No tuve ningún proceso. Región Metropolitana, 1974.
Diversos testimonios recogidos en el informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura dan cuenta de los horrores a los que se vieron sometidas las mujeres prisioneras políticas, los que se expresaban, en un primer nivel, desde el lenguaje.
“A mí me decían perra puta mirista, con la variante de perra maraca marxista. Y es interesante detenerse en esos tres apelativos. Porque el primero te quita tu condición de ser humano: perra. El segundo, te quita desde su perspectiva la dignidad de mujer: puta. Y el otro, marxista o mirista: eres su enemiga política”, relata Lelia.
dictadura mujeres
Para la abogada Camila Maturana, Coordinadora del Observatorio Parlamentario de Corporación Humanas, “la violencia sexual se dirige contra de las mujeres por parte de los agentes del Estado como parte de una política sistemática y permanente de represión, precisamente para imprimir en el cuerpo y la sexualidad de las mujeres una marca, un mandato de aniquilación”.
En ese sentido, a su juicio “la violencia sexual tiene un objetivo político, que es reestablecer el orden de género tradicional que la dictadura cívico militar busca volver a imponer en el país. Desde ese punto de vista, podríamos decir que se castiga a las mujeres por transgredir los mandatos de género, por ser parejas de los militantes o participantes de los movimientos que apoyaban la Unidad Popular o por haber pretendido ser partícipes de estos procesos de cambio social y tener una activa participación política, porque tradicionalmente se ha entendido que el espacio público no les pertenece”.
La abogada explica además que la violencia sexual cometida durante la dictadura chilena “lamentablemente presenta muchos elementos comunes con la violencia sexual generalizada que se comete en contra de las mujeres en las guerras y en los conflictos armados”.
Así, “los cuerpos de las mujeres son atacados y ocupados como parte de una estrategia bélica de ataque al enemigo, como si sus cuerpos representaran también el territorio enemigo a ser ocupado, invadido, violentado”. En ese sentido, el derecho internacional ha calificado a la violencia sexual como un delito de lesa humanidad, una violación a los derechos humanos y un crimen de guerra, lo que todavía no ha sido incorporado a los procesos de justicia en Chile.
Las secuelas
Juanita Aguilera es la presidenta de la Comisión Ética contra la Tortura y fue prisionera política entre 1980 y 1984. Para ella, la violencia sexual como tortura contra las mujeres tiene una doble connotación, “porque ellas invaden un campo que es masculino pero además desobedecen a un poder mayor”.
“Cuando el poder trata de castigar a las mujeres, lo que intenta hacer es que ellas sientan y sepan y logren convencerse de que son nada en sus manos. Y ese ser nada es fundamentalmente una demostración de que están reducidas”, manifiesta.
Es por ello que las secuelas de este tipo de agresiones persiguen a las víctimas durante décadas. “Es algo mucho más difícil para hablar, es mucho más difícil de superar, creo que se arrastra demasiado tiempo y que en los primeros años, incluso, ni siquiera habíamos comprendido. En los registros que se hicieron en los primeros años no se registró la agresión sexual como un método de tortura, que era lo habitual, lo común, lo que estaba pasando en esos momentos. Parecía que se daba por hecho que nos iba a suceder, dentro del conjunto de las agresiones que se hacen a las mujeres torturadas, esa en especial, esa innombrable, esa agresión de la cual es difícil conversar. Se ve en los testimonios de las compañeras: son muy pocas quienes logran verbalizarlo sin volver atrás en un proceso de retraumatización”, expone.
40 años de impunidad 
Después de 30 años, sigo llorando. Cuando fui detenida estaba embarazada de 3 meses. Estuve en la Comisaría de [se omite]. El carabinero a cargo me amenazaba de que me iba a violar. En una carpa de campaña en el patio obligaron a un dirigente sindical a violarme y manoseame a vista de dos carabineros a cargo. Me amenazaron con sacarme las uñas de los pies (no lo hicieron, sí a otros compañeros). En [se omite] de [se omite] tuve un simulacro de fusilamiento… Estuve incomunicada en bancas días y noches. Vendada todo el tiempo. Era obligada a observar la tortura de otros y era amenazada de que me violarían nuevamente. En los interrogatorios me desnudaban, me manoseaban y me sentaron en la silla dental y me pusieron corriente en los pechos, garganta, vientre, piernas… Fui a dar al hospital en diciembre del 73. X Región, 1973. 
A diez años de aquel testimonio, a días de cumplirse 40 años del golpe, la impunidad de los torturadores es uno de los factores que más contribuye en la dificultad para las víctimas de superar el trauma. Corporación Humanas presentó el año 2010 las primeras cinco querellas por violencia sexual contra mujeres en la dictadura, con el objetivo de visibilizar este delito como una práctica sistemática de tortura y un crimen específico de género.
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“Los tribunales han tenido conocimiento de la violencia sexual en un amplio número de centros de detención y tortura, pero no se ha dictado hasta ahora ninguna sentencia que condene a algún agente del Estado”, acota la abogada Camila Maturana.
“Cuando la violencia sexual y cualquier otra violación grave a los derechos humanos permanece impune, el mensaje que están dando las instituciones públicas es de tolerancia o aceptación frente a esta violencia. Y eso es lo que es necesario revertir en la sociedad chilena, porque se observan elementos de una cierta continuidad en esta violencia sexual por parte de los agentes del Estado cuando en las manifestaciones sociales, a partir del 2011, quienes han estado detenidos denuncian en muchos casos torturas, abusos y malos tratos por parte de las Fuerzas Especiales y, en el caso de las niñas y mujeres jóvenes, la violencia sexual se dirige contra su cuerpo y sexualidad”, advierte.
Luego de salir de Villa Grimaldi, en diciembre de 1985, Lelia Pérez pasó un año en Tres Álamos, para luego ser enviada al exilio durante una década. Ante la ausencia de justicia, el apoyo familiar y la posibilidad de volver a concebir han sido sus instancias más importantes de reparación.
Sin embargo, coincide en la necesidad de visibilizar la violencia sexual ejercida en dictadura, ante el peligro de que se naturalice e, inevitablemente, se repita. A días de cumplirse 40 años del golpe militar y de su primera detención, Lelia rechaza la “política de los empates” que pretende instaurar la derecha para justificar sus crímenes, así como los llamados al aire a perdonar y pedir perdón.
“¿Qué significa que yo pida perdón? ¿Qué significa que yo tengo que perdonar? Me están obligando a tener que manifestarme sobre qué, ¿qué significa perdonar, que no tengo que odiarlos, que no tengo que tener rabia, quieren normar mis emociones? Lo único que podemos hacer es consensuar cómo lo hacemos en el plano jurídico y, en el plano jurídico, un crimen debe ser castigado”, concluye.

Algunos rasgos del oportunismo en América

Pável Blanco Cabrera/Héctor Colío Galindo

El oportunismo, reformpavel3ismo y revisionismo buscan en la actualidad, con un discurso renovado, los viejos objetivos de separar a la clase obrera y sus partidos comunistas de los fundamentos del marxismo, de la lucha revolucionaria contra el capitalismo, del principio de la dictadura del proletariado, del papel revolucionario de la clase obrera y su partido de vanguardia en la revolución socialista y en la construcción del socialismo-comunismo.

Constituye una gran lección la lucha contra el oportunismo y la degeneración de la II Internacional librada por los bolcheviques y otros marxistas que se agruparon en la Izquierda de Zimmerwald, los espartaquistas en Alemania y de muchos partidos, tendencias y grupos que estarían en la base de la III Internacional, la Internacional Comunista.

Históricamente el oportunismo buscó deformar, envilecer, adocenar, domesticar al marxismo, sometiéndolo al ataque directo, tergiversando a los clásicos, llegando inclusive a la grosera mutilación de los textos1 para presentar versiones útiles a la política del gradualismo, del parlamentarismo, la coexistencia con el capitalismo y el abandono de la lucha por el poder. El oportunismo llevó a los partidos de la II Internacional a una posición claudicante y asumió complicidad criminal con el imperialismo durante la Primera Guerra Mundial; fungió directamente como aparato de represión del capital contra la revolución alemana y fue responsable del asesinato de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht.

Todas las fuerzas del oportunismo se volcaron contra la Gran Revolución Socialista de Octubre y apoyaron a la contrarrevolución que buscó derrocar el poder soviético de los obreros y campesinos, justificando la intervención imperialista, el cerco sanitario.

La experiencia ha venido demostrando que la lucha contra el oportunismo, reformismo y revisionismo es  de gran importancia ideológica, pues es una cuestión de vida o muerte para la existencia del partido de la clase obrera, para la revolución proletaria y para la construcción del poder obrero. Vladimir Ilich Lenin insistió en varios trabajos que la lucha por el socialismo es incompleta sin la lucha contra el oportunismo, y ello fue rasgo de identidad de los nuevos partidos construidos por la Internacional Comunista, tal y como se refleja en varios de sus documentos que hablan de la lucha constante e implacable contra los “auxiliares de la burguesía”, de reconocer la necesidad de una ruptura total y absoluta con el reformismo “ya que sin ésto es imposible una política comunista consecuente”2; de lo contrario, la III Internacional terminaría –se alertaba- por parecerse mucho a la fenecida II Internacional.

Y éste frente ideológico no puede considerarse temporal, concluido o reducido a una etapa que quedó en el pasado de la historia del movimiento comunista.

El oportunismo es una fuerza auxiliar de la burguesía para retrasar los procesos de ascenso de la lucha de clases, contener la oleada revolucionaria y fomentar la contrarrevolución, pero no debemos subestimar que su actuación es constante y en todos los periodos, mas con una peligrosidad creciente cuando es posible que, por el ciclo del capital, entre la clase obrera haya condiciones para la radicalización de la consciencia. Hoy mismo en Europa y en América es un soporte fundamental del imperialismo, recibiendo inclusive financiamiento de los monopolios para la acción política, desde ONG’s, actividades ideológicas y sobre todo promoción de formas alternativas de la gestión capitalista de “rostro humano”. Éste es el rol del Partido de la Izquierda Europea, al que peligrosamente se emparenta cada día más el Foro de Sao Paulo3, a pesar de una retórica que critica la gestión neoliberal y que promueve políticas públicas asistencialistas4.

Las manifestaciones del oportunismo hoy son en un doble nivel. El primero, socavando al interior de los partidos comunistas y obreros para que pierdan sus rasgos de identidad, sus características revolucionarias y terminen transformados en partidos formalmente comunistas, pero socialdemócratas de hecho, mutando en organizaciones oportunistas. El segundo es la promoción de agrupaciones directamente con ese carácter, integradas por ex-comunistas, maoístas, trotskistas, socialdemócratas, cómo el Bloque de Izquierda en Portugal y Syriza en Grecia.

El frente ideológico contra el oportunismo es una necesidad; descuidarlo, desdeñarlo, omitirlo, conduce a la liquidación de los partidos comunistas. Por ejemplo, el PCM abrazó la tendencia browderista, al igual que otros partidos de América Latina. Como sabemos, el PC de los EEUU estuvo a un paso de la disolución con la intentona de volverlo una asociación, una especie de club ideológico. En México ése modelo era la Liga Socialista donde el PCM debería disolverse. Los partidos colombiano, cubano y dominicano cambiaron de nombre inscritos en aquella corriente. El PCM disolvió sus células en la industria y sindicatos y renunció provisionalmente al centralismo democrático, y cambió de nombre de Partido Comunista de México a Partido Comunista Mexicano; además de las graves lesiones a la estructura leninista se adoptaron políticas de coexistencia con secciones de la burguesía a las que se llamó “nacional” y “progresista” y se renunció a la vía revolucionaria para la conquista del poder. La Carta de J. Duclos, así como las críticas de otros partidos, generaron reacciones de reagrupamiento militante de los comunistas para evitar la liquidación y reconstruir los partidos.

 

En documentos posteriores5 el PCM reconocía que la condena al browderismo sólo fue formal y ello repercutió en los años siguientes, pues no se reaccionó a ciertas políticas de orientación oportunista promovidas a partir del XX Congreso del PCUS, como la cuestión de las llamadas “Vías nacionales” al socialismo, de la posibilidad del camino pacífico adoptándolo no como una excepción, sino como generalidad para el movimiento comunista, basado en las políticas de los partidos francés e italiano.

El PCM fue permeado y empezó a corroerse hasta su disolución en 1981, para mutar primero en un partido socialista y luego en el Partido de la Revolución Democrática (Afiliado a la Internacional Socialista, promotor de la gestión keynesiana y represor del movimiento obrero y popular), un partido de la clase dominante presentado por la propaganda como el partido de la izquierda en México. Las difíciles condiciones de reconstrucción del PCM y el nivel de desarrollo político de la clase obrera en la lucha demuestran que el objetivo al liquidar en los 80’s al PCM era asestar un golpe demoledor a la lucha proletaria, retrasarlo por décadas.

Tan es de actualidad la cuestión que hoy mismo en los EEUU el Partido Comunista enfrenta un problema similar al que sufrió  con Earl Browder, cuando la corriente oportunista que encabeza Sam Webb, el Presidente del Partido, propone una plataforma para despojarlo de sus características, liquidarlo y convertirlo en una fuerza auxiliar del Partido Demócrata. Esta plataforma contiene muchos elementos promovidos por el eurocomunismo, por el proceso que llevó a la liquidación del PCM, y que hoy corroen a varios partidos comunistas, incluyendo algunos de América.

Insistimos en la importancia de combatir las tendencias oportunistas; enunciar los rasgos que manifiesta en América nos mostrará que, más allá de algunas especificidades, son generales al oportunismo internacional.

Lo general y lo específico y la desviación que implica poner el acento en las particularidades.

El marxismo-leninismo, base ideológica de los partidos comunistas, teoría revolucionaria de la clase obrera, se sustenta en el materialismo dialectico, el materialismo histórico y la economía política. Busca extraer lo que es más general de la realidad al estudiar el desarrollo de la historia, los modos de producción, el conflicto socioclasista, las regularidades en la sociedad, las leyes que rigen los cambios y revoluciones.

Las particularidades, lo específico, deben tomarse en cuenta, pues el marxismo-leninismo se enriquece creativamente, pero no puede ser lo determinante en los enfoques, en el análisis.

Con el argumento de desmarcarse del dogmatismo y de análisis ajenos a la realidad se produce un llamado a mestizar el marxismo, reproduciendo la crítica academicista que asume como objetivo disociar a Engels de Marx y a Lenin de Marx. Algunos partidos latinoamericanos –y hoy mismo el PC de los EEUU se lo plantea- se desmarcan del leninismo que, señalan, corresponde a las particularidades de Rusia y a otra etapa histórica. En el fondo, se trata de una renuncia a las posiciones revolucionarias del marxismo, y desde el punto de vista teórico es insostenible. Es también una fuente de desviaciones políticas que conducen al movimientismo, desnaturalizan el rol del partido y el papel de la clase obrera.

La llamada latinoamericanización del marxismo tiene mucho en común con operaciones corrosivas previas, como las de Santiago Carrillo y los eurocomunistas, y el “marxismo occidental”. Pues se rechaza abiertamente el materialismo dialéctico, la dictadura del proletariado y se dirige un ataque a la historia de los partidos comunistas.

Es notable como algunos partidos comunistas se asimilan acríticamente a esas posiciones y las promueven, por ejemplo, al asumir la distribución de la editorial Ocean Sur de origen trotskista, en cuyo catálogo de publicaciones predomina el ataque al socialismo construido en el siglo XX y se difunden críticas al marxismo-leninismo llamándolo “ideología estatal soviética”; todo ello escudado en la promoción editorial de materiales relativos a la Revolución Cubana.

Aspectos esenciales del materialismo dialéctico, como el ateísmo filosófico, se soslayan bajo la presión de corrientes como la teología de la liberación.

De la misma fuente es el argumento de que el marxismo es eurocéntrico; pero el mestizaje ecléctico con barniz misticista termina por levantar al latinoamericanismo como el alfa y omega.

No hay preocupación por la reedición de los clásicos, pero sí por divulgar a estos modernos deformadores, que de ser limitados al claustro universitario los ubicaríamos en el folklore, pero que ejercen gran influencia al seno de algunos partidos comunistas. La debilidad en el frente ideológico, el limitado desarrollo de investigaciones y trabajos teórico-científicos desde nuestras posiciones de clase, lleva a varios partidos a ser sorprendidos por el contrabando ideológico de quienes atacan al marxismo presentándose como “marxistas”. Como un ejemplo recordamos el caso ocurrido no hace muchos años de H. Dieterich, uno de los ideólogos del “socialismo del siglo XXI”, al que la prensa de algunos partidos comunistas reservaba algunos espacios.

La desviación ideológica, el eclecticismo, el acento por la especificidad, están en la base de nuevas revisiones al marxismo.

Otro rasgo negativo es el que deja de lado las leyes generales de la revolución, apelando a la “originalidad” de procesos sociales anteriores y en curso. Una premisa del movimiento comunista internacional, sustentada desde el triunfo de la Gran Revolución Socialista de Octubre, es el carácter de la época, a la que situamos como la del imperialismo y las revoluciones proletarias, la de la transición del capitalismo al socialismo; consideramos que el triunfo temporal de la contrarrevolución no altera la premisa.

Programáticamente, el oportunismo introduce un debate y una estrategia sobre la transición, que postergan las tareas de la clase obrera y su partido comunista. ¿Cuál es el argumento? Sobre todo a partir del triunfo de la Revolución China, tuvo recepción el enfoque de Mao Tse Tung sobre las contradicciones en el seno de la burguesía y la existencia de un “sector nacional” de ésta en antagonismo con el imperialismo. Esta burguesía nacional se convierte en tal enfoque en aliada estratégica de la clase obrera en la lucha antimperialista y para alcanzar una meta programática que es la de romper las cadenas de la dependencia con el imperialismo norteamericano. Existen matices en torno a las causas de la dependencia; algunos sostienen la errónea concepción de que el colonialismo es identificable a las relaciones feudales o semifeudales; otros sostienen la caracterización de un capitalismo deformado e incompleto, lo que coloca una serie de cuestiones para el marxismo leninismo, una política clasista y las tareas de los partidos comunistas.

En primer lugar, las del propio desarrollo de las relaciones capitalistas muestran que el posicionamiento alrededor de la dependencia no es dialéctico. Los procesos de acumulación, concentración y centralización llevan al surgimiento de los monopolios, que terminan predominando en la economía y la política sin importar fronteras ni nacionalidades. Lo que existe son relaciones de interdependencia que colocan por un lado a los monopolios y por otro a la clase obrera, es decir, la contradicción capital-trabajo. Expliquemos un poco.

Quienes en México sostienen que la principal tarea es conquistar la independencia con relación a los EEUU y trabajan para una alianza pluriclasista con sectores de la burguesía interesados, olvidan que lo que ellos llaman burguesía nacional hoy conforma monopolios que hacen parte ya del imperialismo, que exportan capitales y que explotan trabajadores de varios países6. Algunos de estos monopolios mexicanos son dominantes a nivel continental e inclusive al interior de los EEUU (como es el caso de telecomunicaciones y algunas mineras).

La lucha por la independencia concebida así  no es más que la búsqueda de una nueva gestión del capitalismo con aliados por demás ficticios.

Es además incompleta la apreciación de que el imperialismo son sólo los EEUU. El imperialismo es el capitalismo de los monopolios y tiene por uno de sus centros a los EEUU, pero también a la UE, y a toda acción de los monopolios y relaciones interestatales. Pongamos por ejemplo el sur del continente, donde la expansión de los monopolios brasileños es una realidad. O el Mercosur, que es una alianza interestatal de carácter capitalista que teje relaciones de interdependencia cada día más estrechas con la Unión Europea7.

Esta concepción de alianzas con sectores de la burguesía se rebautizó de manera contemporánea como “progresismo”, y varios partidos comunistas colaboran con ellos en la formación de gobiernos que no ocultan su naturaleza de clase y practican políticas de beneficio de las superganancias de los monopolios, donde Brasil es el ejemplo evidente.

En tal política de alianzas, el rol de la clase obrera y los partidos comunistas que en ella participan es subordinado; es un problema riesgoso pues la independencia de clase y la autonomía del partido dejan de ser las tareas prioritarias, el deber inclaudicable, dejan de ser organizaciones militantes y se transforman en agrupaciones de afiliados para las que el socialismo se vuelve una opción distante, y que al fijar una etapa intermedia de larga duración las coloca en la colaboración de clases, los pactos sociales, y en un parlamentarismo funcional al progresismo que es una forma de gestión del capitalismo.

Los procesos de Venezuela, Ecuador y Bolivia presentan una problemática distinta frente a la que algunos partidos se posicionan renunciando a la teoría marxista del Estado. El proceso social venezolano es muy importante, sin embargo no es aún una revolución: ¿cómo llamar revolución a un proceso donde no surgió un nuevo Estado, donde el anterior no fue destruido y es la estructura con la que se sigue gobernando? ¿En el que no se han socializado los medios de producción ni impulsado al sector primario y secundario de la economía? Tenemos claro que es una disyuntiva planteada con tensiones y conflictos, donde aún está por resolverse el rumbo definitivo, donde hoy predominan las posiciones de las capas medias, y sujeto a ataques financiados por los monopolios. Y no tenemos una posición neutral, nos colocamos solidarios con la fuerzas más avanzadas, el PCV entre ellas. Pero es inexacto y erróneo promoverlo como camino, llamando revolución a lo que aún no lo es.

El ataque al socialismo construido en el siglo XX, argumento del oportunismo

Uno de los rasgos distintivos del oportunismo es el ataque a la experiencia de la construcción socialista en la URSS y otros países, a la que se denosta retomando argumentos del trotskismo y del anticomunismo.

Resumen sus posiciones los oportunistas en la ausencia de condiciones objetivas para el socialismo, como en su día Kautsky; en supuestas tendencias antidemocráticas y burocráticas, atacando la planificación de la economía y proponiendo la coexistencia de diversos tipos de propiedad así como de las relaciones mercantiles.

 

Toda la artillería acumulada por el capital es presentada en nuevas versiones. Algunos partidos comunistas confrontan esta situación, otros omiten el tema y otros se adhieren a tales posiciones. Por ello varios partidos comunistas incorporaron no sólo a nivel de propaganda sino como concepción programática la propuesta del “socialismo del siglo XXI”, que como ya han señalado los marxistas-leninistas, es una manifestación contra la revolución socialista y el trabajo de los comunistas.

 

Estos rasgos del oportunismo en el continente no son inconexos, y aunque no se expresan con coherencia, nitidez y en ocasiones intentan mixturarse con el marxismo-leninismo, colocan al movimiento comunista frente a serios problemas.

 

Inclusive ciertos rangos de beligerancia oportunista fueron expresados por el PCdoB durante el pasado Encuentro de Partidos Comunistas y Obreros efectuado en Atenas en diciembre de 2011, cuando eufemísticamente expresó que la participación de los comunistas en gobiernos progresistas es una muestra de madurez, y que la crítica a ello es una posición sectaria y alejada de las masas; la colaboración de clases sería entonces lo correcto, en tanto que la independencia de clase y autonomía del Partido Comunista serían lo incorrecto. Es evidente el deslizamiento a posiciones oportunistas del PCdoB.

 

En una apreciación muy general, en América –excepción hecha de Cuba- predominan las relaciones capitalistas, independientemente de que en algunos países se expresen aún relaciones precapitalistas en el campo. Está definido el antagonismo entre capital y trabajo, y la tendencia a la proletarización aumenta entre las capas medias. Como en todo el mundo, los limites históricos del capitalismo sitúan el impostergable objetivo para la clase obrera de luchar por el derrocamiento de la burguesía y la construcción del socialismo-comunismo. El oportunismo como fuerza de choque del capital intenta evitarlo. Es necesario para los partidos comunistas estar en guardia y combatirlo permanentemente.

 

* Pável Blanco Cabrera es el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de México. Héctor Colío Galindoes miembro del Politburo del Comité Central del Partido Comunista de México.

 

1 Por ejemplo la Introducción a La lucha de clases en Francia de 1895 de F. Engels.

2 Por ejemplo en Condiciones de ingreso a la Internacional Comunista redactado por Lenin para el II Congreso Mundial de la Comintern.

3 Base objetiva de ello es la mayor interdependencia del Mercosur con la Unión Europea, el aumento de las relaciones económicas.

4 El antineoliberalismo cuestiona una forma de gestión del capitalismo, mas la alternativa no es necesariamente anticapitalista, socialista-comunista, sino que en muchos casos por otras gestiones, como el keynesianismo, tal y como lo demuestran los procesos “progresistas” en Argentina, Uruguay y Brasil.

5 La lucha interna en el Partido durante los años de 1939 a 1948. Características principales. Comité Centra del Partido Comunista Mexicano.

6 Por ejemplo América Móvil, Industrial Minera México, Cemex, Grupo Bimbo.

7 No hay que desdeñar que el llamado “progresismo” predominante en el Foro de Sao Paulo y además gobernante en Brasil, Argentina y Uruguay, es el que empuja la internacionalización del Foro de Sao Paulo sobre todo con base en fuertes vínculos con el Partido de la Izquierda Europea.

Preguntas y respuestas sobre el Sistema Electoral cubano

cartel_peqLos cubanos participan de diversa manera en la elección de sus delegados, quienes los representan en los órganos de poder del Estado.Aquí se responden algunas interrogantes que permitirán al lector adentrarse en las particularidades del Sistema Electoral Cubano, en las que a todas luces resalta su carácter democrático y participativo

Sobre la convocatoria a las elecciones:

¿Quién convoca la celebración del proceso electoral?
El Consejo de Estado es el órgano facultado para dictar la convocatoria a elecciones.

¿Quién organiza y dirige los procesos electorales?
Para organizar, dirigir y validar los procesos electorales que se celebren a fin de cubrir los cargos electivos en los órganos del Poder Popular, así como su constitución, y para la realización de los referendos se crean las Comisiones Electorales Nacional, Provinciales, Municipales, de Distritos, de Circunscripciones, y en caos necesarios, las Especiales.

¿Quién designa la Comisión Electoral Nacional?
La Comisión Electoral Nacional es designada por el Consejo de Estado.

¿Quién designa las Comisiones Electorales Provinciales del Municipio Especial Isla de la Juventud y Especiales?
Los ciudadanos que integran las Comisiones Electorales Provinciales, del Municipio Especial Isla de la Juventud y las Especiales son designados por la Comisión Electoral Nacional.

¿Quién designa las Comisiones Electorales Municipales?
Los ciudadanos que integran las Comisiones Electorales Municipales son designados por las Comisiones Electorales Provinciales.

¿Quién designa las Comisiones Electorales en las Circunscripciones y en los Distritos?
Las personas que integran las Comisiones Electorales en las Circunscripciones y en los Distritos son designadas por las Comisiones Electorales Municipales.

¿Quién designa las Comisiones Electorales Especiales?
Las personas que integran las Comisiones Electorales Especiales, son designadas por la Comisión Electoral Nacional.

Sobre el ejercicio del voto y el derecho a ser elegido:

¿Cuáles son los requisitos que deben reunirse para ejercer el derecho al voto?
Todo cubano para ejercer el derecho al voto debe reunir los siguientes requisitos:

  • haber cumplido los dieciséis (16) años de edad;
  • ser residente permanente en el país por un periodo no menor de dos (2) años antes de las elecciones y estar inscripto en el Registro de Electores del Municipio y en la relación correspondiente a la circunscripción electoral donde tiene fijado su domicilio; o en la lista de una circunscripción electoral espacial;
  • presentar en el Colegio Electoral el Carné de Identidad o el documento de identidad de los institutos armados a que pertenezca;
  • encontrarse en capacidad de ejercer los derechos electorales que le reconocen la Constitución y la ley.

¿Quiénes están incapacitados para ejercer el derecho al voto?
Están incapacitadas para ejercer el derecho al voto, las personas que estuviesen comprendidas en los casos siguientes:

  • los incapacitados mentales, previa declaración judicial de su incapacidad;
  • los sancionados a privación de libertad aún cuando se encuentren disfrutando de libertad condicional, licencia extrapenal o gozando de pase;
  • los que se encuentren cumpliendo una sanción subsidiaria de la privación de libertad;
  • los que hayan sido sancionados a privación de sus derechos políticos, durante el tiempo establecido por los tribunales, como sanción accesoria, a partir del cumplimientote su sanción principal.

¿Quiénes tienen derecho a ser elegidos?
Tienen derecho a ser elegidos todos los cubanos, hombres y mujeres, que se hallen en pleno goce de sus derechos políticos, sean residentes permanentes en el país por un período no menor a cinco (5) años antes de las elecciones y no se encuentren comprendidos en las excepciones previstas en la Constitución y la ley.

¿Cómo se desarrolla el proceso de postulación de los candidatos a delegados?
1. Los electores que deseen proponer candidatos deben solicitar la palabra. Cada proponente debe usar de la palabra en el mismo orden solicitado.
2. Para que cada proposición pueda ser sometida a votación, debe contar con la aprobación de la persona propuesta, si esta no acepta o no se encuentra presente sin haber manifestado su conformidad con anterioridad, la proposición no se somete a votación.
3. Cada elector, al hacer uso de la palabra, expresa brevemente la razón en que fundamenta su propuesta.
4. Cada elector puede expresar su criterio a favor o en contra del candidato propuesto
5. Las proposiciones de candidatos son sometidas a votación directa y pública por separado, en el mismo orden en que fueron formuladas.
6. Cada elector tiene derecho a votar solamente por uno de los candidatos propuestos.
Resulta nominado candidato aquel que obtenga el mayor número de votos entre los propuestos. En caso de empate, se inicia una nueva postulación de candidatos.

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Conmemoración en Cochabamba del Dia Universal del derecho de los pueblos a la rebelión armada (26 de marzo)

ESTE MARTES 31 DE MARZO EN LA PLAZA 14 DE SEPTIEMBRE (EN COCHABAMBA), CONMEMORAREMOS EL «DIA UNIVERSAL DEL DERECHO DE LOS PUEBLOS A LA REBELION ARMADA», EN HOMENAJE AL COMANDANTE, HÉROE E INSURGENTE COLOMBIANO MANUEL MARULANDA VELEZ Y EN HOMENAJE A LA LUCHA DE TODOS LOS PUEBLOS CONTRA EL IMPERIALISMO.

LUGAR: PLAZA 14 DE SEPTIEMBRE

HORA: 19:00 PM

PROYECCION DE DOCUMENTAL SOBRE LA LUCHA DEL PUEBLO COLOMBIANO

HABRA MATERIAL A LA VENTA: TEXTOS, CD´S Y OTROS

ORGANIZAN:

JUVENTUD COMUNISTA DE BOLIVIA

MOVIMIENTO CONTINENTAL BOLIVARIANO

Día

DECLARACION DE SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO VENEZOLANO

La Juventud Comunista de Bolivia sigue con preocupación la reciente escalada de agresión que viene gestándose por el imperialismo, especialmente el norteamericano contra el pueblo venezolano y su gobierno elegido democráticamente y apoyado por la mayoría de su pueblo.

El Presidente de los Estados Unidos Obama afirma que Venezuela es una amenaza para la seguridad de su país, dicha afirmación nos causa indignación, ya que no es Venezuela ni su presidente quienes cometen actos de genocidio contra ningún pueblo del mundo, sino por el contrario es el gobierno de los Estados Unidos a la Cabeza de Obama y el cual es dirigido por los grandes monopolios quienes han provocado y vienen provocando en la actualidad masacres y genocidio contra los pueblos Libio, Sirio, Ucraniano, Iraquí, Palestino y todo aquel pueblo que lucha por su libertad y soberanía en contra del imperialismo que mantiene intacto su carácter guerrerista y genocida.

Desde la juventud comunista de Bolivia condenamos todo tipo de amenaza, injerencia y agresión del imperialismo norteamericano contra el hermano pueblo de Venezuela y su gobierno a la cabeza del compañero Nicolás Maduro.

Recientemente nuestra organización ha formado parte de la MISION INTERNACIONAL DE SOLIDARIDAD CON LA REVOLUCION BOLIVARIANA organizada por la FEDERACIÓN MUNDIAL DE JUVENTUDES DEMOCRÁTICAS (FMJD) realizada en Venezuela en febrero de este año, en la cual pudimos evidenciar los logros y avances de este proceso a favor de su pueblo y de la juventud Venezolana.

Nos solidarizamos con el hermano pueblo venezolano, con su juventud, con las fuerzas progresistas que luchan diariamente contra el sabotaje y ataques del imperialismo y su Burguesía apátrida.

Expresamos toda nuestra solidaridad a nuestros camaradas de la JUVENTUD COMUNISTA DE VENEZUELA, quienes se encuentran en primera línea de combate por la defensa y profundización de su proceso, hacia la construcción del Socialismo.

Convocamos a toda nuestra militancia y a la juventud de nuestro país a solidarizarse en todos los espacios posibles con el pueblo Venezolano y su proceso democrático.

 ¡EL IMPERIALISMO NO PASARA! 

Dirección Nacional de la Juventud Comunista de Bolivia

15 de marzo de 2015

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JOVENES PERUANOS DERROTAN NEFASTA LEY JUVENIL LABORAL

después de varias jornadas de lucha en el Perú, la juventud unida y luchadora derrotó el intento del gobierno de aplicar una ley juvenil laboral denominada LEY PULPIN, contraria a los trabajadores jóvenes y que precarizaba aun mas su situación laboral.

Desde la Juventud comunista de Bolivia, felicitamos a nuestros camaradas de la Juventud Comunista Peruana y a la Juventud Comunista del Perú – Patria Roja quienes fueron vanguardia en esta gran lucha juvenil.

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Alegria de los jovenes que vencieron una ley nefasta

Alegria de los jovenes que vencieron una ley nefasta

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